martes, 20 de agosto de 2013

III

III

Y más allá el adiós,
La última senda,
El callejón de los ojos disueltos.
La vejez con sus manos temblorosas.

¡Seca como la higuera maldecida la nuca de los viejos!

Allí una mosca
Desovó en mi oído
Y me apagué a dormir
Después del sueño.

(de Memorial de Jonás)

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