domingo, 1 de septiembre de 2013

3

3

Voces vertebradas, 
acusadoras como un nacimiento.
Ávidas de mareas balsámicas,
crepusculares, de arena fría.
Voces que reclaman tu nombre 
con la agreste gravedad de la piedra.
Las escucho desde que tu verbo fue profanado
por esta resignada quietud de olvido,
reliquia estremecida ante la mordaza cómplice del silencio.
Voces terrestres para defender la tierra.


No hay comentarios:

Publicar un comentario