domingo, 8 de septiembre de 2013

El ángel de la bicicleta

El ángel de la bicicleta

El ángel de la bicicleta
Cambiamos ojos por cielo 
sus palabras tan dulces, tan claras 
cambiamos por truenos 

Sacamos cuerpo, pusimos alas 
y ahora vemos una bicicleta alada que viaja 
por las esquinas del barrio, por calles 
por las paredes de baños y cárceles 
¡Bajen las armas 
que aquí solo hay pibes comiendo! 

Cambiamos fe por lágrimas 
con qué libro se educó esta bestia 
con saña y sin alma 
Dejamos ir a un ángel 
y nos queda esta mierda 
que nos mata sin importarle 
de dónde venimos, qué hacemos, qué pensamos 
si somos obreros, curas o médicos 
¡Bajen las armas 
que aquí solo hay pibes comiendo! 

Cambiamos buenas por malas 
y al ángel de la bicicleta lo hicimos de lata 
Felicidad por llanto 
ni la vida ni la muerte se rinden 
con sus cunas y sus cruces 

Voy a cubrir tu lucha más que con flores 
Voy a cuidar de tu bondad más que con plegarias 
¡Bajen las armas 
que aquí solo hay pibes comiendo! 

Cambiamos ojos por cielo 
sus palabras tan dulces, tan claras 
cambiamos por truenos 

Sacamos cuerpo, pusimos alas 
y ahora vemos una bicicleta alada que viaja 
por las esquinas del barrio, por calles 
por las paredes de baños y cárceles 
¡Bajen las armas 
que aquí solo hay pibes comiendo!
(Por favor, Perdón y Gracias, 2005)

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