I
Como una interminable sucesión
De alas dulces y rápidas
He compartido
El silencioso coro
De tus días azules.
Y he adorado también
Los dedos de la lluvia
Acariciando
El verde sobresalto de las ramas.
Ahora
Te pertenezco, hasta comprendo
Que la monotonía
Puede ser una forma de esperanza
Y la pobreza
Un hábito gentil que nos ilustra,
Una dicha común
De poca cosa.
Comprendo tu destino:
Descifro los augurios
De la sombra en los muros.
(Fragmento de Almagro)
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