Oración a la bandera
Quédate en el cielo, amor
No bajes.
Aquí abajo, los grises
Son tan grises
Que de algún modo gris
Van a ultrajarte.
Y sos tan linda allá
Tan nomeolvides
Simple ademán de madre
Por el aire
Que si caes, amor
Con la ternura
Con que caen las hojas
De los árboles
Si llegas a caer
Acaso nunca
Vuelvas a ser tan cielo
Ni tan madre.
Déjanos a nosotros
Los humildes
Los que nunca te usamos
Ni abusamos de tu inmenso
Silencio planetario
Que cuidemos la altura
Donde habitas
Celestemente hermosa
Como el aire.
Déjanos a nosotros.
De los otros,
Es piadoso no hablarte.
(Buenos Aires, 1977)
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