La lluvia
No, la lluvia no te moja
Te resbala.
Tienes la piel de aceite, amada mía.
Ungida con aceite, perfumada.
Todo lo ha traspasado de ternura
la lengua transparente de las aguas.
Un vapor dulce, como el aliento
De un buey, cálidamente exhalan
Lo árboles.
Gotas largas
Como alfileres líquidos,
Brillan al primer sol de la mañana.
La lluvia que ha mojado tus cabellos
No ha mojado tu cuerpo ni tu cara.
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