I
Y yo te miro así vestido.
Y tú me miras ya desintegrándome.
Y los dos decidimos marchar a pie
Y al son de tus manidas blasfemias que culminarán
(ya lo sé)
en que esta noche no saltarás el muro acorazado de vidrios
Que da a mi cuarto donde yo,
temeroso y vanamente
te he de aguardar.
(Fragmento de Desfile, Habana 1971)
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