lunes, 16 de septiembre de 2013

7

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Y hablábamos de la pureza,
Nos alejábamos de lo efímero,
De los ríos que arrastran la suciedad del hombre
Y cuando ya nos habíamos convencido
De que lo únicos huéspedes de la tierra
Eran las rosas y los dioses:
El ocio del domingo terminaba

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