Retrato de nosotros solos
Reunidos en soledad, amor
Junto al calor de la cocina,
Día a día aguardamos en silencio
Como un muerto que reclamara
El color profundo de sus voces.
Porque para nuestras bocas
Dispuestas a la sanía de la tierra
Y a los besos, no hay pan ni vino ni galletas.
Pero sonreímos cuando sabemos
Que aún nos quedan las palabras.
Éstas, que recorren tu pobreza y mi pobreza
Y se duermen caídas en tu piel
Como mis manos.
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